Menos mal dejó esta cancha
ese Pascual de Andagoya
viendo el dominio que ensancha
degusto una chirimoya.
Otro íbero entusiasmado
por tierras a conquistar
puso su nave en la mar
y zarpó más que embalado.
Gente había reclutado
de Andalucía a La Mancha
él y su humana avalancha
me adelantaron el tranco
mas cuando él miró el barranco
menos mal dejó esta cancha.
Conmigo se encuentra quien
por Panamá lo dejó
y esto es lo que comentó
viniendo desde ese “edén”:
“Aunque navegue el Darién
¡no hay oro en infernal hoya!
un bronce por toda joya
tiene en su pecho devoto
y lleva el bombacho roto
ese Pascual de Andagoya”.
Lidio hoy con indios falsarios
que guardan bien su tesoro
pero cuando tenga el oro
lidiaré con los corsarios.
Me han dicho mis emisarios
¡que no hay como el Koricancha!
para mi futura Pancha
conquisto yo que da miedo
y embelesado me quedo
viendo el dominio que ensancha.
Me está volviendo el contento
al dejar vida espartana
ya tengo mi barragana
con la que ni el frío siento.
Para ver el firmamento
no requiero claraboya
pues desnudos con mi Kolla
luego de hacer maravillas
afuera entre granadillas
degusto una chirimoya.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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